Meditación Cristiana

HACIA UNA VIVENCIA DE LA MEDITACIÓN CRISTIANA EN LA ESCUELA

Desde hace varios años estamos recorriendo en nuestro colegio un camino de profundización en los rasgos de la catequesis dominicana: en el libro Bitácora de viaje: Matriz de Aprendizaje institucional del Colegio Santa Rosa, afirmamos: “En la tradición dominicana, el silencio tiene un lugar especial. Es una condición necesaria para escuchar a Dios, a nuestro prójimo y a nuestros propios corazones y nos permite ofrecernos a Dios, ser mas conscientes de nuestras propias heridas, y ver y escuchar y responder a Cristo resucitado en nuestros hermanos y hermanas”

¿Qué es la meditación cristiana?

Consiste en un viaje a nuestro propio corazón, al centro de nuestro ser, donde habita Cristo. Es el descubrimiento de la vida de Jesús arraigada en nuestra propia vida y de nuestra propia vida arraigada en Él. Este viaje es un viaje interior de la mente al corazón.

La tradición cristiana enseña la meditación como una forma de oración contemplativa, que va más allá de las palabras y representaciones humanas, se caracteriza por el silencio y la quietud como actitudes claves que permiten unirnos con la presencia de Cristo que ora en nosotros

¿Cómo meditar?

Meditar es vivir en la presencia de Dios. Para ello, es importante que busquemos.

Silencio

Dejar de lado el mundo del ruido, de las distracciones, de las palabras, de las imágenes, de las preocupaciones, de los sueños y de la fantasías.

Quietud

Se requiere quietud física y mental. Como dice el salmo: “Permanece quieto y sabrás que soy Dios” (Sal 46,10).

Atención

Es necesario estar atentos a la Palabra de Dios y dedicar tiempo para leerla y así aprender a descubrir la presencia del amor de Dios.

Elementos de la meditación cristiana

Quietud y Silencio

Postura

Respiración

Maranata o Palabra Sagrada

Frutos de la meditación cristiana

Enseñar a niños y jóvenes a meditar